EL ESPACIO OLVIDADO
Un espacio privado y pecaminoso, que en su día fue un lugar público de reunión y que en la actualidad es pequeño pero cuyos elementos han evolucionado adquiriendo un punto de sofisticación. ¿Sabéis ya de que hablo? Este espacio es el baño, ese lugar de la casa al que todo mundo pone puerta con cerrojo para que no entren mientras lo usamos.
El baño es, en casi todos los hogares, un espacio pequeño, pero aun así tiene su complejidad. También es, posiblemente, el más degradado, ya que si bien es un sitio que aporta intimidad y privacidad, también está relacionado con la parte menos decorosa del ser humano. Es tan evidente que en la mayoría de películas y series es una estancia que no se muestran, a no ser para mostrar baños lujosos con grandes bañeras. Como dice mi madre: ¿es qué las protagonistas de las telenovelas no mean? Por su puesto que lo hacen, pero es tan feo enseñar un inodoro o una boca llena de pasta de dientes, que preferimos obviarlo. Supongo que no solo la belleza está en el interior.
Volvamos al tema que nos ocupa. Todos tenemos claro lo que es un baño, para que sirve y que elementos lo componen. Sin embargo, no todos los baños de todas las casas, en todas las épocas y todos los países son iguales. Aunque no lo parezca este espacio se forma en función de la época, la cultura, el espacio del que se disponga y de la disponibilidad económica.
Como ya he mencionado al principio el baño paso de ser un lugar público compuesto por letrinas donde tener tertulias e incluso banquetes, a una estancia privada y estanca de uso pecaminoso. La evolución de la red de saneamiento, en pro de la salud pública, y de la tecnología influyó tanto en el uso del baño como en la transformación de sus elementos. Pasamos de la letrina al orinal y de ahí al inodoro que conocemos hoy en día. ¡Menos mal!
Pero centrémonos en este siglo, en este continente y en los sanitarios actuales. Podríamos decir que los baños los componen, en su gran mayoría, un lavabo, un inodoro y una ducha. Baños adaptados a viviendas pequeñas y a vidas estresantes. Sin embargo, esto no significa que no pueda haber lujo en nuestra pequeña estancia. Azulejos elegantes, grifos de diseño, lavabos de piedra, etc. Hacen de nuestro baño algo pequeño y grande a la vez.
Aunque esto es lo más habitual, no significa que no haya otro tipo de baños, también los hay grandes, tan grandes que recuerdan a los de las películas solo falta el musico tocando el arpa. Y no, no hace falta ser un Lord o Madona para poder disfrutar de un baño así. Es para estos baños para los que se han diseñado platos de ducha de gran dimensión e incluso se han vuelto a introducir en el mercado las bañeras. Ya ves todo el mundo cambiando su bañera de obra por una ducha y hay gente que paga por poner una. Así que podríamos decir que ya es oficial, las bañeras han vuelto.
Diría que son buenas noticias, pero supongo que el día que me toque poner una no se si opinaré lo mismo. Lo bueno es que las posibilidades que nos ofrecen son más que las de la ducha. Las podemos encontrar adosadas a una pared, a dos o a tres quedando así encajonadas, también las hay independientes que se colocan en mitad de la estancia, las de empotrar o de obra, … Todo irá en función de las necesidades del cliente, sus gustos, el espacio y la red de saneamiento existente.
Personalmente, considero que la bañera, bien escogida y colocada desde luego, es un elemento de elegancia y sofisticación como pocos. Mucho más que el inodoro in-wash que tan de moda se ha puesto. desde luego no es un elemento para cualquier baño, pero bueno si se puede ¿Por qué no? Y no quites la ducha, ¿acaso hay algo mas elegante que un baño con ducha y bañera?
Por último, diré que no hay baños peores ni mejores, todo irá en función de el estilo que elijamos y de los elementos que pongamos. ¡Recuerda el tamaño no lo es todo! hay tantos baños grandes horribles como baños pequeños de ensueño.